El dominio de la
lengua rusa en Mongolia a finales del 1990 mostraba que había un fácil acceso a una buena educación y cultura en esa región. La localización geográfica de este país entre China y Rusia tomó un rol importante es su consolidación, cuya independencia fue proclamada el 1945 gracias a la URSS. En ese entonces, el poder de dicho país fue establecido a partir de relaciones diplomáticas con la Unión Soviética, lo que inició una amistad entre las dos sociedades. Con la ayuda de la URSS, se fundaron ciudades en Mongolia como Darjan y Erdenet. Durante estas construcciones, la mano de obra y los estudiantes mongoles estudiaban a cargo de especialistas soviéticos. Por eso, no es sorprendente que Mongolia se convirtiera en un lugar de habla rusa.
Sin embargo, después de la revolución democrática de 1991 en Mongolia, las circunstancias cambiaron. Los mongoles, como muchos de los habitantes de la antigua Unión Soviética, descubrieron el territorio del norte. En ese momento, el interés por la URSS disminuyó, provocando también la disminución del interés en la lengua rusa.
Durante el socialismo, el
idioma ruso era considerado la única lengua extranjera, por lo que se estudiaba obligatoriamente en todos los centros educativos. A pesar de eso, toda la población mayor del país también lo estudiaba a modo de extraescolar. Dicho idioma era considerado uno de los criterios en la educación de las personas, por lo tanto, si no dominaba este idioma, no podías ocupar cargos importantes en su patria.
Imagínese, que como consecuencia de todo lo anterior, Mongolia se convirtió en el país que más promovía el conocimiento y el habla del idioma ruso en el mundo. Se acumuló una experiencia bastante rica en la enseñanza de este idioma, se desarrolló una metodología para enseñarlo, teniendo en cuenta el idioma nativo, a un buen nivel científico, y también se capacitó a todo un ejército de rusos nacionales. Los resultados fueron obvios: a mediados de la década de 1990 del siglo pasado, el 67% de toda la población adulta podía leer y entender ruso, casi la mitad de la población sabía escribir en dicho idioma y el 34% incluso lo hablaba. Además, el 74% usaba esta lengua de varias maneras en su día a día.
Hoy en día, se podría decir que se han olvidado del idioma ruso. Únicamente se ha quedado la enseñanza de este idioma en los últimos cursos de los institutos teniendo solo 2-3 horas a la semana para desempeñar las clases.