Pelea a puñetazos en Rusia. Historia de su aparición

En muchas culturas, las peleas a puños se consideraba un deporte popular y digno. En Rusia, la tradición del combate cuerpo a cuerpo apareció en la antigüedad. Incluso entonces, los eslavos se mostraron como guerreros fuertes y valientes que estudiaron el arte de la guerra desde la infancia. En este artículo le contaremos sobre las peleas a puñetazos y sus variedades en Rusia.

La pelea a puñetazos rusa siempre tuvo una serie de reglas que regían el comportamiento del luchador durante la pelea. Por ejemplo, estaba prohibido rematar a los que caían al suelo. Tampoco se permitían los ataques por la espalda y los golpes de cintura para abajo. Para rendirse, el participante solo tenía que ponerse en cuclillas.

Además, no se utilizaban armas durante la pelea. Si alguien es visto con un trozo de plomo en un guante, entonces se le castigaba severamente. Solo había tres tipos de golpes: utilizando los nudillos, base del puño y cabezas de falange. Durante la pelea se necesitaban los golpes más sencillos, rápidos y efectivos.

Los luchadores eran bastante responsables en la pelea, por lo que se preparaban con anticipación. Aproximadamente una semana antes de la reunión, los hombres dejaban de beber alcohol, hacían más trabajo físico y relajaban los músculos en saunas por la noche. También hacían algunos ajustes en la dieta. El pan y la carne formaban la base de toda la dieta, esto permitió al luchador ganar el peso necesario en poco tiempo.

Las peleas rusas son más un fenómeno cultural. Los participantes siempre seguían estrictos rituales de preparación. Por ejemplo, en la antigua Rusia, los luchadores practicaban un baile especial llamado "пляска горбатого" ("baile del jorobado") o "ломание" ("rompimiento"). Así, una persona trataba de transmitir los hábitos de un oso con movimientos, y esperaba, a cambio, recibir la fuerza de esta bestia.

Antes del inicio de la pelea, los combatientes organizaban un desfile por las calles de la ciudad. En ese momento, los participantes cantaban canciones y la gente intentaba provocarlos. Al final de la ruta, los combatientes llegaban al lugar de la pelea, donde se alineaban y desafiaban a sus rivales con gestos y palabras obscenas. La pelea comenzaba cuando uno de los participantes gritaba: Даешь боя!, es decir, "¡das una pelea!" refiriéndose a algo como "vamos, estoy listo".

Pared a pared

De pared a pared es el tipo más común de pelea a puñetazos y un antiguo juego ruso que se regía por reglas estrictas. Esta lucha consistía en una batalla entre dos líneas enemigas. Los hombres de 16 a 60 años podían participar en la batalla, y el número de participantes variaba de 10, a varios cientos de personas. Básicamente, estas batallas se organizaban de cara a "Maslenitsa" (Масленица).

Batallas individuales

Estas se consideraban las más veneradas, ya que aquí se determinaban las cualidades personales de cada luchador. Básicamente, estas batallas se utilizaban para determinar la veracidad del acusado en la corte. Durante la pelea, era imposible acabar con el enemigo. El que caía perdía automáticamente.

Estas se consideraban las más veneradas, ya que aquí se determinaban las cualidades personales de cada luchador. Básicamente, estas batallas se utilizaban para determinar la veracidad del acusado en la corte. Durante la pelea, era imposible acabar con el enemigo. El que caía perdía automáticamente.

Agarrar y tirar

Este es el tipo más antiguo de lucha a puñetazos. La esencia de esta pelea era que todos luchaban por sí mismos y contra todos. Parecía una masacre caótica de un gran número de personas.

Este es el tipo más antiguo de lucha a puñetazos. La esencia de esta pelea era que todos luchaban por sí mismos y contra todos. Parecía una masacre caótica de un gran número de personas.

Inmediatamente después del Bautismo de Rusia, comenzaron las primeras prohibiciones de las peleas a puñetazos, ya que los eslavos paganos dedicaban sus luchas a Perun, que era el santo patrón de los guerreros y las artes marciales. Por supuesto, los cristianos no acogieron con agrado esto, y en 1274 el arzobispo metropolitano Kirill decidió excomulgar a todos los hombres que participaban en las peleas. Pero a pesar de esto, las peleas a puñetazos no fueron canceladas. Incluso en el siglo XVII, Pedro I alentó las batallas de todas las formas posibles y las organizó él mismo varias veces. Sin embargo, con el ascenso al trono de Nicolás I, la tradición de las peleas a puñetazos se canceló para siempre.