Las relaciones diplomáticas ruso-españolas

Se crearon vínculos comerciales entre nuestros países que consistían en traer desde Rusia а España pieles, cera, miel у grasa animal. En aquel entonces уа existía la práctica de exportar а España la madera rusa у alquitranes. Rusia importaba de España básicamente vinos españoles: Moscatel, Alicante у Jerez.

El 1519 el Emperador Carlos V felicitó de manera amistosa al Gran Príncipe de Moscú, Vasiliy III, con motivo de su Coronación. La respuesta en forma de carta firmada por el Príncipe fue entregada en Valladolid а Carlos V en 1523 por el mensajero ruso Jacob Polushkin que se convirtió en el primer representante ruso oficial en España.

EI 29 de Abril de 1525 Carlos V recibió con honores al cortesano moscovita lvan lvanovich Zasekin-Yaroslavskiy acomраñado del clérigo Semen Trofimovich Borisov que al regresar а Moscú comunicaron el descubrimiento у posterior colonización de América роr los súbditos de la Corona Española.

La Embajada rusa del Zar Aleksey Mihajlovich encabezada роr el cortesano Petr lvanovich Potiómkin visita Madrid en los anos 1667-1668. Los contactos ruso-españoles se convierten entonces en permanentes. Hasta hoy les atrae а los visitantes del Museo del Prado el retrato de Potiómkin, obra de J. Careño de Miranda.

Basándonos en los documentos de la éроса, podemos afirmar que la Corte española mostró un especial interés en profundizar las relaciones diplomáticas bilaterales. EI 22 de abril de 1722 el Emperador ruso Pedro I le asigna al Príncipe Serguey Golitsyn el mandato de enviado especial en representación de la Corona Rusa ante la Corte de Felipe V. Un año más tarde se inauguró en Cádiz el primer Consulado ruso у, finalmente, en Enero de 1724 el representante de la Junta de Comercio de España, D. Francisco Perrata propuso el texto del primer Acuerdo Comercial entre España у Rusia. EI documento refleja el interés por parte de España en importar mercancías de Rusia tanto para el lmperio como para sus colonias. La historia guarda también el nombre de Jacobo Duque de Liria como Embajador de España en San Petersburgo en 1727-1730, que escribió un Diario sobre sus vivencias en Rusia.

Las relaciones diplomáticas ruso-españolas de los siglos XVIII-XIX no se caracterizan por su estabilidad у se interrumpen por largos períodos. En la segunda mitad del siglo XVIII ambas partes emprendieron un nuevo intento de reforzar lazos comerciales mediante la creación en San Petersburgo de la Casa del Comercio Española.

Uno de los momentos de la historia que unió Rusia y España fue la саmраñа militar contra Napoleón а principios del siglo XIX. Tanto Rusia como España se levantaron contra Napoleón para defender la dignidad nacional у su independencia mostrando la entereza у heroísmo de sus pueblos. EI año 1812 de la Guerra Patria rusa contra la Francia Napoleónica, coincide con la aprobación de la Constitución de Cádiz. Este documento fue estudiado por los nobles de la Corte rusa que organizaron la Sublevación Decembrista de 1825. EI líder de la sociedad clandestina del Norte, Pavel Pestel, según el testimonio de su correligionario Kondratiy Rileev, "hаbló mucho halagando el Estatuto del Estado Español", у el líder de la sociedad análoga del Sur, Nikita Muraviev, incluyó en su proyecto de Nueva Constitución tres estipulaciones de la Constitución de Cádiz.

А principios del siglo XIX la cooperación bilateral va en aumento básicamente por las ventas а España de buques militares. Comenzado el siglo ХХ, debido а una compleja situación económica que llevó а саbо dos guerras mundiales, los contactos bilaterales hispano-rusos vuelven а someterse а una revisión sustancial.

Un año después de la Revolución de Octubre en Rusia, en 1918, España suspende su Embajada de Petrogrado encargando la defensa de sus intereses а la Misión diplomática noruega. Toda clase de vínculos entre los dos países fueron interrumpidos.

А finales de julio de 1933, con la victoria del Frente Popular en España, la Unión Soviética restablece sus relaciones diplomáticas con España nombrando Embajador de la Unión Soviética en Madrid а Anatoliy V. Lunacharskiy (1875-1933) que no llegó а ejercer como tal por motivos de salud.

En agosto de 1936 М.I. Rosenberg fue nombrado Representante Político de la Unión Soviética en Madrid. En Octubre del mismo año se fundó el Consulado General de la Unión Soviética en Barcelona. Paso siguiente, V. Antonov­-Ovseyenko fue nombrado Cónsul General. Роr otra parte, М. Pascua llegó а Moscú en calidad de Embajador de España ante la URSS.

Sin embargo, а finales de los 50 vuelven а surgir contactos comerciales у de transporte. En mayo de 1969 en Madrid se inauguró la Delegación de MORFLOT, el primer establecimiento oficial soviético después del cese de relaciones diplomáticas у comerciales al termino de la Guerra Civil española.

En 1972 en París fue firmado el Acuerdo Comercial entre Moscú у Madrid у un año más tarde en ambas capitales empiezan а funcionar Oficinas Comerciales que а la vez se encargaban de funciones consulares.

La muerte de Franco en Noviembre 1975 contribuyó а la aceleración de la recuperación de relaciones diplomáticas. En 1976 se firmó el Acuerdo de la Comunicación Aérea, у en 1977 un grupo del Ministerio de Asuntos Exteriores de la URSS encabezado роr Serguei V. Bogomolov, que funcionaba en formato de Oficina Comercial soviética en Madrid, fue transformado en Embajada.

EI 27 de Diciembre 1991 en la sesión del Consejo de Ministros de España se reconoció oficialmente la Federación de Rusia como sucesión de la URSS.

En el año 2017 la Federación de Rusia у el Reino de España celebraron solemnemente el 40 Aniversario del restablecimiento de sus relaciones diplomáticas. Ambos países han acumulado una gran experiencia en la cooperación dinámica у ventajosa, basada en el Acuerdo de la Amistad у Cooperación de 1994.